Una pareja está tranquilamente en el salón de su casa. Dime si me quieres, dice ella. ¡Vamos responde! Y de repente él la mira fijamente y ve cómo aparece bajo su rostro, a la altura de sus hombros una tira alargada y azul con unas letras luminosas y perfectamente legibles que dice:
A, Sí, te quiero. Eres el amor de mi vida.
B, no estoy seguro, ahora mismo me encuentro bastante confundido.
C, no, no te quiero, estoy harto de ti y de tus estupideces. Me marcho ahora mismo de casa.
Y antes de poder responder, apremiado porque ni siquiera porta un mísero comodín de la llamada telefónica a un amigo para huir y tomar unas copas, ella replica con firmeza: Ni se te ocurra elegir la C, que de mí no te deshaces así sin más.
Él se queda petrificado y antes de que ella continúe gritando, apunta hacia ella con el mando a distancia y la apaga durante toda la noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
DEJA AQUÍ TU COMENTARIO