665. Posesión
La familia Quiroga era
feliz:
Atracaba cafeterías y violaba niñas
Y no pagaba los impuestos
y
Viajaba al infierno en
coches robados
Y unicornios de contrabando..
Eran cinco contando a
Elías.
La madre solía decir cabrones. Y putas.
La madre solía decir cabrones. Y putas.
Pero una noche extraña y
celestial,
Elías sufrió una
posesión: Un ángel
Desalmado y Bueno…
Lo poseyó. Elías
Empezó a hablar lenguas
extrañas: chino mandarín
E inglés comercial.
Recitaba letanías con
Recetas de cocina
pakistaní y
Acudía al coro de la iglesia y encontró un trabajo
de conserje.
Y la familia sufrió lo
indecible
Y casi siente su
humanidad, casi.
Y pagó el sello del coche.
Y buscó novia formal.
Y escribió al rey por navidad.
Y escribió al rey por navidad.
666. Exorcismo.
Qué desastre.
Llamaron a un
especialista.
A las doce llegó el
exorcista,
Un señor de rojo con
bigote
Y alma y maletín y olor a
vino barato.
Abrió su caja y sacó el agua maldita
Y roció a Elías, y le
recitó versos satánicos,
Y le introdujo un
Anticristo por la boca.
Y leyó a E. A. Poe.
Y leyó a E. A. Poe.
Elías expulsó flores y osos de peluche,
mariposas horrendas
Y blancas palomas de la
paz por las orejas.
Y tras varios asaltos,
con sudor, jadeos
Y espasmos ocurrió el
antimilagro. Y tuvo un orgasmo.
Elías prorrumpió: Cago en dios, trae una cerveza,
So puta. Y su madre, con lágrimas en los ojos,
Lo abrazó, le abofeteó
con cariño
Y fueron a beber cerveza
y
A matar a niños de trece
años y un día.
A su novia formal la
cogieron entre todos y…
Pedro Pujante
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