sábado, 18 de octubre de 2014

LA POSESIÓN DE ELÍAS QUIROGA





665. Posesión

La familia Quiroga era feliz:
Atracaba  cafeterías y violaba niñas
Y no pagaba los impuestos y
Viajaba al infierno en coches robados
Y unicornios de contrabando..
Eran cinco contando a Elías.
La madre solía decir cabrones. Y putas.
Pero una noche extraña y celestial,
Elías sufrió una posesión: Un ángel
Desalmado y Bueno…
Lo poseyó.  Elías
Empezó a hablar lenguas extrañas: chino mandarín
E inglés comercial. Recitaba  letanías con
Recetas de cocina pakistaní y
La Constitución, y empezó a afeitarse,
Acudía  al coro de la iglesia y encontró un trabajo de conserje.
Y la familia sufrió lo indecible
Y casi siente su humanidad, casi.
Y pagó el sello del coche. Y buscó novia formal.
Y escribió al rey por navidad.

666. Exorcismo.

Qué desastre.
Llamaron a un especialista.
A las doce llegó el exorcista,
Un señor de rojo con bigote
Y alma y maletín y olor a vino barato.
Abrió su caja y sacó el agua maldita
Y  roció a Elías, y le recitó versos satánicos,
Y le introdujo un Anticristo por la boca.
Y leyó a E. A. Poe. 
Elías expulsó flores y osos de peluche, mariposas horrendas
Y blancas palomas de la paz por las orejas.
Y tras varios asaltos, con sudor, jadeos
Y espasmos ocurrió el antimilagro. Y tuvo un orgasmo.
Elías prorrumpió: Cago en dios, trae una cerveza,
So puta. Y su madre, con lágrimas en los ojos,
Lo abrazó, le abofeteó con cariño
Y fueron a beber cerveza y
A matar a niños de trece años y un día.
A su novia formal la cogieron entre todos y…






Pedro Pujante 

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