MALDITO CHINO DE PACO LÓPEZ MENGUAL

Si introducimos en una chistera una colección de personajes esperpénticos, una radiografía de España crítica pero deformada hasta la comicidad más disparatada, unas gotas de humor ácido, entre cervantino y torrentiano (el de Santiago Segura, claro), una mirada a la sociedad actual tamizada por la ironía y el descaro. Como decía, si introducimos todos estos ingredientes en una chistera no sacaremos un conejo blanco. No, lo que obtendremos será una historia endiabladamente divertida titulada Maldito chino que firma López Mengual (Molina de Segura, Murcia, 1962). Es este libro una aventura surrealista, que no podemos dejar de comparar desde sus primeras delirantes líneas con La conjura de los necios. Porque, si bien en aquella gran novela se nos mostraba una América distorsionada y poblada por criaturas extravagantes, en Maldito chino asistiremos a la retorcida red de confabulaciones, conspiraciones y peripecias por parte del desequilibrado licenciado Ricardo Beltrán, alter ego de Ignatius J. Reilly, en una España que se muestra reflejo caricaturizado de la nuestra. Muchas de las ideas del ‘plan regeneracionista’ de Ricardo Beltrán no nos parecerán tan descabelladas a los españoles de a pie. Solo le reprocharía a este irreverente ‘licenciado’ el mal uso que hace de la literatura de Cortázar, una de las deidades literarias de quien firma estas líneas.  Pero, como adelantábamos, en esta historia, en la que López Mengual no deja títere con cabeza (políticos, funcionarios, arte contemporáneo, religión, etc…), todos los personajes y todas las situaciones nos parecerán delirantes, teñidas de una gruesa capa del mejor humor, que bucean en el absurdo y se aproximan a un paroxismo rayano con el mundo del tebeo español del siglo XX.  De hecho, hay en muchas secuencias una propensión a lo visual que parecemos estar contemplándolas frente a una pantalla de cine a todo color. 

   La desaparición de un chihuaha, conspiraciones de índole internacional que, como todos sospechamos, se maquinan tras las tapaderas de los restaurantes chinos; guardias civiles que tratan de restauran el régimen franquista en un plan descabellado; una rocambolesca fuga de prisión y otras tantas tramas se van entrelazando de la mano de este gran prosista que es Paco López para confluir en una historia hilarante y bien contada. Porque, no cabe duda de que el autor busca narrar y hacernos pasar un rato divertido, alejándose de manera ostensible de un lenguaje difícil  o artificioso pero no por ello menos elaborado y preciso; articulando de este modo, una pieza novelesca que hará las delicias de todos los públicos (exceptuando, claro, a todos los colectivos que figuran en la advertencia inicial y a los cortazarianos confesos).

En nuestra retina mental quedarán grabadas las imágenes de la madrina nonagenaria de Ricardito, quien duerme cada noche amortajada en espera de su inefable sepelio; el episodio del chino y Franco en el Valle de los Caídos (hasta aquí puedo leer), y tantos otros frescos de este magnífico, divertido y burlesco  mosaico que es Maldito chino.

 EDITORIAL CÍRCULO ROJO, 2013